VENTANA
Cuando empezó La Chueca hace cuatro años y escribimos en conjunto la primera Rama, el nombre que surgió para la primera sección fue Ventana, haciendo referencia a influencias literarias que en años anteriores usamos para hacer pequeños clip de video con fines académicos. Algunos de los cuentos que influyeron fueron cortos filosóficos de Voltaire, incluidos en las ediciones de Oveja Negra (los libros vinotinto). Ahora, esa percepción subjetiva se transforma en la primera sección que junta cuento, filosofía, poesía e imagen. Antes de iniciar la sección, solemos utilizar una imagen distorsionada o barrido, de alguna u otra manera como abstracción del conjunto de cosas que se pueden encontrar en ese inicio.
RAMA. Es un pequeño texto que se escribe en cada edición, denotando un lado poético del contenido. Es el lado más subjetivo de la revista, la voz de la redacción y sus percepciones del resultado total. Se hace con el propósito de abrir una brecha entre lo aristotélico y lo poético del pensamiento, empalmando una edición.
WINDOW
When La Chueca started four years ago, and we wrote together the first Rama, the name that came up for the first section was Window (Ventana), referring to the literary influences that in previous years we used to make short video clips for academic purposes. Some of the stories that influenced this section were philosophical short stories of Voltaire, which included in the editions of Oveja Negra (the red wine ones). Now, that subjective perception becomes the first section which includes stories, philosophy, poetry and images. We often use a distorted or swept image before starting the section. In one way or another, this is an abstraction of the set of things that can be found in this home.
Hombre, casa, pilares estructurados en bases
Endebles o regias, espejo y reflejo
Hay casas frías como el acompañamiento de la soledad
Cálidos veranos en los que cobija la armonía
Cuartos coloridos, y daltónicos
Puertas cerradas, ventanas abiertas
Sótanos y jardines, balcones y áticos
Ecos vacios de empañadas paredes
Lagrimas de alegría, sonrisas fingidas
Secretos, pasiones, traiciones
De amantes, esclavos, verdugos y amos
Que casa aprisiona el ave para que libere su triste canto
Nidos, madrigueras, cuevas, colonias, colmenas
Casas de piedra, madera, arcilla
Sitios cóncavos
Sin la belleza o penumbra de quien alberga haciendo el hospedaje acogedor o miserable.
CARLOS VILLAMIZAR
TAN CLARO COMO UN MAL SUEÑO
Nadie se fijó en la criatura; suficiente teníamos con las casas repletas de agua y serpientes como para pensar en el hijo-monstruo
de una vecina. Tratamos de no hacerlo pero lentamente, cuando el agua se fue y las enfermedades aparecieron, empezamos a hablar. Se oyó decir en cada tienda y esquina del pueblo que la culpa era
de la criatura. La madre jamás lo dejó ver en la calle;lo escondía en la casa en un esfuerzo inútil por ocultarlo. “Es mi hijo”, nos gritó cuando fuimos por él, dispuestos a matarlo.Esa vez se
salvó. Cuando teníamos rodeada la casa y las piedras ya volaban contra las ventanas, la policía llegó y nos detuvo. Después, fuimos nosotros los que empezamos a morir. No había nada claro, sólo
que los viejos y los niños eran enterrados al tiempo que lasmujeres seguían sin concebir. Los campos, los pocos que quedaron después de las lluvias, tampoco quisieron volver a servir.La segunda
vez que fuimos por élhasta la policía estuvo con nosotros. El teniente gritaba la orden antes de cada embestida contra la puerta. Después del quinto golpe la puerta cedió y la madre apareció
llorando. Algunos hombres amarraron a la mujer a una viga de la casa y los otros agarramos a lo que era su hijo. Era una criatura con forma de bola, encogida entre sí. Estaba en un rincón
del patio, lo veo ahora tan claro como un mal sueño. Espumas de carne sobresalían de su espalda, y arriba dos cabezas descansaban sobre un solo cuerpo. Las mujeres hicieron dos nudos con una sola
cuerda y la colgaron sobre un árbolde guayabo que había frente a la casa. Nosotros –mi compadre y yo-le metimos losdos cuellos dentro de los nudos. Lo soltamos, y el grito doble de un monstruo
nos espantó a todos hasta que al fin calló.Luego las cosas siguieron igual. Por eso nos fuimos; atrás quedó la madre bajo la sombra zigzagueante que es su hijo.
MIGUEL CASTILLO
RÉQUIEM POR UN BAZUCO
Le pregunté - ¿qué hace ahí? No respondió. Parecía un cadáver, un ave espichada cerca del hospital Gonzales Valencia. Intente quitarle el cuchillo que tenía por crucifijo. No se percato de nada. La gente pasa por encima de su alma, yo me percato de su muerte. Los chirretes de esta ciudad no tienen la culpa de lo que les pasa. La gente carga sus culpas a todas partes. Ellos solo descansan su larga noche entre pipas y aluminio. ¿Quién rayos sabe sobre esto a esta hora de la mañana?, quizá cualquiera que tenga un alma por chirrete o lata. En mi caso, observo a este pequeño dios que duerme su larga travesía. Puedo asegurar que duerme mejor que yo. Es más, alguien que duerme cerca a un hospital tiene las cosas claras, porque todos se mueren en la acera de ése entierro móvil. Otros quieren guardar sus almas y por eso duermen cerca de una iglesia. Tienen los ladrillos raspados para mesclar mejor sus dulces. Ellos si que la tienen clara.
En estos tiempos hay que cuidar del otro, ellos se cuidan como chulos al asecho de un luminoso, un pipaso, un gales, una moneda. Y nosotros, los mendigos de cuello blanco que mendigamos a "otros", esos que manejan la vuelta, ellos que saben la frasecita de la brevedad desde la selva o desde el palacio de justicia. Es irónico hablar de justicia o ser justo en estos días donde nos hablan de ética y moral. Eso se lo dejo a las iglesias que aún existen y aguantan éste macabro país. Lo justo sería cada quien con lo suyo, cada consumidor con sus gramitos de más y hasta con su negocito. De qué moral nos hablan, y dicen saber para que un fumador de hierba sea un terrorista. La clave del orden se esta alterando por unos rufianes que se inyectan a Colombia en el culo. A nosotros nos dan basura electoral para elegir la peor ralea de esta última década que jamás debió ser. Ese fumador, ese ladrón, ese hijo - puta, ese niño vendedor de latas, esa mujer que abandono a sus hijos por culpa de un malparido, ese hombre vendedor de cigarrillos ilegales, esa niña que es aplicada y sale del colegio para putiarse en las tardes, ese perro anti - narcóticos que hay en la UIS, esos policías de más en una zona de paz, esas aves de rapiña que tenemos por políticos, usted, yo, los otros, cada uno en su habitación, en la estación del bus piedecuestano, de Girón, o que va para medicina legal. No importa quién, hacemos parte del orden de estado, ése desordenado estado que lo vemos en ladrillo y ladra como animal. Estamos como el ingenioso chirrete de mañana observando todo. Deconstruido y peligroso, constante y abandonado en estos días sólo hay voces que gritarán desde los andenes: Réquiem por un bazuco.
ALEJANDRO PARRA
MC DONALDS MATA
El gordo abrió la boca y desató su hambre mordiendo con furia la hamburguesa. De inmediato notó el cuerpo extraño sobre su lengua y el líquido caliente bajando por su índice.
El gordo sintió dolor, pero esta vez un dolor menos fuerte que el de la comida anterior.
Entonces el gordo se llevó de nuevo la hamburguesa a la boca y, antes de devorarla, sonrió al observar los dos muñones entre los dedos de su otra mano.
ÁLVARO CLARO